lunes, 12 de noviembre de 2012

El fin del monopolio de Herman


El Fin del Monopolio
Aunque los negocios iban bien, los dolores del crecimiento de su compañía no se hicieron esperar, y pronto Hollerith estaba nuevamente en problemas económicos. Como parte de su proceso de expansión, Hollerith comenzó a ordenar los archivos de la empresa de ferrocarriles de Nueva York y de Pensilvania, pero sus primeras pruebas no salieron bien y perdió un importante contrato. Aunque después logró recuperar el contrato de Nueva York, las demás empresas ferrocarrileras no se interesaron en lo más mínimo en adquirir sus máquinas. Para 1896 su familia había crecido (tuvo un total de 6 hijos con su esposa), y se había mudado a una nueva casa. Contaba entonces con 36 años, y había decidido que era momento de formalizar su empresa. El 3 de diciembre de 1896, se fundó la Tabulating Machine Company en el estado de Nueva Jersey, convirtiéndose en la primera empresa de cómputo en el mundo. Varios de sus amigos y parientes compraron acciones de la nueva empresa, mientras Hollerith se preparaba para el censo de 1900. William R. Merriam estaba ahora a cargo del censo, y convocó a otra competencia de máquinas, de la que Hollerith resultó triunfador fácilmente. Sin embargo, se negó a reducir sus tarifas, y con una población de casi 76 millones de habitantes, el gobierno americano le tuvo que pagar $428, 239 dólares por sus servicios a Hollerith. Obviamente más de una persona en el Gobierno no estaba satisfecha, y pensaron que el no poder adquirir las máquinas les iba a resultar muy costoso a la larga. Hacia 1910, un nuevo superintendente del censo fue nombrado. Su nombre era Simon Newton Dexter North, y se convertiría en la peor pesadilla de Hollerith. Sabiendo de que las patentes de Hollerith estaban a punto de vencerse, North propuso al gobierno el diseño de una máquina que resultaría significativamente más barata que la de Hollerith. Como era de esperarse, Hollerith se puso furioso y una larga y cruenta guerra se inició entre los dos, pese a que Hollerith disfrutaba de una muy buena situación financiera. North habría sido derrotado en su intento de crear una máquina que no violara las patentes de Hollerith y a la vez pudiera hacer el trabajo, si no hubiera sido por un oscuro ingeniero que contrató para ayudarle. Su nombre era James Powers. Poco se sabe de él, excepto que nació en Rusia, que era ingeniero eléctrico, y que fue capaz de acabar con el monopolio de Hollerith. Powers eventualmente renunció a la oficina del Censo y fue un feroz competidor de Hollerith durante varios años. Su empresa se volvió tiempo después parte de la Remington Rand, y más tarde de la Sperry Rand.

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